miércoles, 24 de abril de 2013

¿Libros digitales o literatura digital?

Por Sara Moreno
 
Aprender de literatura. Con esa idea nos presentamos los foreros en el Hotel Príncipe de la ciudad el pasado sábado. Bajo el nombre de Autores 2.0 vs Editores 0.1, Ángel Codón Ramos nos mostró su particular visión acerca de la literatura tradicional y el futuro, o presente, de la misma. Hablamos de la historia de las letras, o el formato en el que se llevan presentando desde el principio de los principios. Nos remontamos al papiro, a las tablillas de arcilla y al pergamino. Andamos por las traducciones de la biblia, los copistas y los libros cosidos. Recordamos la imprenta de Gutenberg, allá por el 1450, y la aparición de conceptos, ahora tan comunes, como editor o librero. Pero no sólo de historia fue la charla, porque el repaso terminó con los derechos de autor y el libro digital, que por 1998 comenzó a dar sus primeros pasos. Además, en la primera parte de su ponencia trató el tema de la censura, o ese control editorial que posibilita, o no, que las publicaciones más polémicas o controvertidas vean la luz.


Y entonces, tras ese repaso histórico para ponernos en situación, Ángel Codón lanzó dos preguntas envenenadas: ¿Es el libro digital el futuro?, ¿es el libro digital el presente? Y justifico utilizar envenenadas en la frase anterior: según apuntó nuestro ponente, se lleva hablando ya varios años de la aparición, despegue y éxito de un dispositivo o formato que arranca despacio y que todavía debe verse con sus dudas y preguntas, el libro digital. Y para saber ante qué estamos, la industria de las letras y las páginas encuadernadas, apuntó que unos 650 títulos llegan cada semana a una librería, y que éstos disponen entre 1 y 2 días de ventana de explotación. Además, evidenció un problema: los elevados costes editoriales, los de almacenaje, distribución, edición…; así como el limitado porcentaje que reciben los autores por las ventas de sus libros, entre un 5 y un 10%. Y es que en este negocio, según puso en duda, están desapareciendo figuras tan importantes como la del buen editor, se está produciendo una confusión entre esta figura y la del productor, y la mayoría de las decisiones editoriales se toman por la cúpula en las reuniones de traje y corbata: “Los señores de corbata y traje deciden si se publica o no un libro”, y quizá ni se lo han leído (me atrevo a añadir yo), comentó Ángel Codón ante un público atento a sus palabras. Y con estas claves y alguna más acerca de la autoedición, llegamos al libro digital.

La primera duda, en este momento, surgió sobre el medio o soporte: ¿Debemos hablar de libro o de literatura digital?, rezaba en una de las diapositivas con las que apoyó su exposición. En cuanto a las ventajas del libro digital, sí quedó clara la democratización que supone que todo el mundo pueda escribir un libro, aunque antes también podía hacerse; la dependencia de las distribuidoras y editoras se puso en duda, puesto que estas figuras también se han subido al carro online y están presentes en estos formatos; el coste cero para el autor se desmontó, existe un coste; y la inmediatez y posibilidad de llegar a todo el mundo… si se trabaja duro, sí. Repasó las comunidades creadas en un primer momento, los foros, blogs y páginas de relatos; comentó las plataformas de libros bajo demanda como Lulu o Bubok, los ebooks y libros digitales en PDF. 


Y finalmente llegó a la tercera época de la literatura digital, la actual, y dio claves acerca de Amazon, los ebooks actuales, así como el transmedia y crowdfunding. Nos detendremos en estos últimos elementos, el transmedia y crowdfunding, pero antes apuntamos las cifras que Ángel Codón explicó: en el caso del libro digital, el porcentaje para el autor asciende hasta un 30% (llegando a fijarse un baremo que puede alcanzar hasta 70% para el autor, en algunos casos), aunque representan solo el 5% de la facturación mundial editorial y un 3 en España; y apuntó la diferencia entre crear para un medio y soporte físico y hacerlo para uno digital, ¡no es un nuevo formato, es un nuevo medio!

Respecto al crowdfunding, explicó que son las suscripciones de toda la vida, pero en formato digital, que funcionan muy bien para casos esporádicos y que hay que tener muy en cuenta los gastos que produce, porque en algunas ocasiones pese a conseguirse el objetivo, los gastos posteriores generados no eran cubiertos ni con lo recaudado. Además, dio algunos nombres de plataformas que funcionan: 

  • Kickstarter: la mejor opción por potencial, aunque se necesita una infraestructura en EE.UU.
  • Verkami: una alternativa fuerte en España para libros que funciona bien para obras escritas (entre 2000 y 6000 €).  


En cuanto al transmedia, aclaró que es un método que puede usarse tanto con obras tradicionales como con digitales y que es rechazado por las editoriales tradicionales por creer que necesita de un gran esfuerzo e inversión.

Por último, de la ponencia resaltamos la interesante incorporación de las redes sociales al mundo de la promoción de los libros y la literatura. Así, comentó que pese a que Twitter no tiene una función clara, según su opinión, para la promoción de un libro, Facebook abre muchas posibilidades, por ejemplo, creando un perfil para uno de los personajes del libro, dotándole así de personalidad y opinión, además de que sirve para fidelizar a los lectores. Respecto a esta fidelización y ofrecimiento de contenido específico a los lectores, incluyó la posibilidad de realizar un videotráiler. 

Buena ponencia y completa sesión del Foro de Comunicación 2.0 de Albacete en abril (aquí las fotos). ¿La de mayo? La de mayo te la presentamos un poco más adelante. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario